Chile está en deuda: desde este domingo 16 de mayo el país superará los recursos y servicios naturales que la naturaleza puede regenerar, poniendo en jaque la preservación de éstos para las próximas generaciones.
Desde 1970 la Red Global de la Huella Ecológica ha registrado la fecha en que la demanda de la humanidad por recursos naturales sobrepasa la capacidad regenerativa del planeta por cada año, además de calcular la fecha de cada país. Ya en ese año se registraba el primer sobregiro ecológico el 30 de diciembre, lamentablemente esta fecha se ha ido corriendo abruptamente durante las décadas, marcando el 29 de julio de 2021 como el último sobregiro ecológico a nivel mundial.
“… si toda la humanidad consumiera como los chilenos, se necesitarían 2,7 planetas Tierra para suplir la demanda de recursos naturales de manera sostenible.”
¿Y qué sucede con Chile? Los estilos de consumo de la población agravados por la forma de producir y extraer recursos en el país nos coloca como el 50º país a nivel mundial y el 1º a nivel latinoamericano en alcanzar el sobregiro ecológico; es decir, si toda la humanidad consumiera como los chilenos, se necesitarían 2,7 planetas Tierra para suplir la demanda de recursos naturales de manera sostenible ¿Qué significa esto? En palabras simples, desde el 17 de mayo estaremos consumiendo los recursos del 2023, arriesgando cada año la supervivencia y preservación de ecosistemas cruciales para suplir las necesidades básicas de las próximas generaciones.
Chile es la quinta mayor economía latinoamericana, sus principales actividades son la minería (presente en 13 de 15 regiones) extrayendo principalmente, cobre, molibdeno, oro y plata; la industria silvoagropecuaria, con exportaciones de cereales, frutas, verduras, carnes y recursos marinos; los servicios básicos, como agua potable, electricidad y gas; el turismo, hoteles, restaurantes; y otros servicios, tales como telecomunicaciones, administrativos, financieros e inmobiliarios.
Si bien la extracción de recursos naturales sólo corresponde al 12,9% del PIB nacional, un 44,5% depende directa o indirectamente de los recursos y servicios ecosistémicos, entre ellos el acceso a agua dulce, la generación de electricidad por fuentes renovables o no renovables, el uso de gas natural, la biodiversidad como ventaja para el turismo y el uso de suelo para la construcción de viviendas.
La urgencia de modificar nuestra forma de producir y consumir no sólo es por motivos económicos; la riqueza de una nación está en su biodiversidad, saber apreciar esto es necesario para crear relaciones más armoniosas y sostenibles con nuestro territorio y maritorio, interpretando sus necesidades para suplir las nuestras.
Y tú, ¿qué cambios te comprometes a hacer para mover la fecha del sobregiro ecológico?
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